domingo, 12 de septiembre de 2010

...una terrorifica escena...

No quería decir nada de esta triste y lamentable escena, no quería que mi mente recordara aquella mañana, no quiero que ese militar, del que un adjetivo negativo se quedaría corto, así que mejor me quedo para mí lo que pienso sobre ese ser diferente; pero creo que mis lectores deben de saber, así que debo de compartir esta historia.
“…una mañana en el que teníamos una reunión, en la sala de profesores no llevaríamos ni diez minutos, cuando oímos de fondo como niños empiezan a gritar y a correr, ilusos de nosotros que creíamos que había llegado algún camión con ropa o con comida, no sé era una de esas situaciones que no pasaba por la mente nada de lo que segundos después veríamos, del que el terror se apoderaba de nosotros, salimos y mi cara y todas las de mis compañeros no daban crédito a tal imagen, un militar con una barra maciza de hierro en una mano y en la otra un cinturón del uniforme iba corriendo detrás de Joseph, con la cara desencajada y lleno de furia, lo alcanzó y dejándolo casi semiinconsciente en el suelo, en ese instante eche a correr a cogerlo del suelo antes de que se ensañase aún mas con él, ese ser estaba totalmente fuera de sí, sentamos a Joseph en una silla para relajarlo, pero minutos después escuchamos otro revuelo, de nuevo el militar con ganas de soltar su ira con contra otro niño, un ser débil al lado de una máquina maligna preparada para matar, en ese instante un compañero y yo salimos a reducirlo y no podía era un tanque en marcha, casi cuatro personas intentando reducirle ¡¡cálmate!!, le gritábamos, no oía, estaba ciego quería ensañarse con el otro chico, que le había tirado una piedra para defenderse, y reduciendo a esa gran bestia recibimos un golpe unos compañeros y yo, pero no nos dolía tanto como lo que estábamos viviendo en la que nos hizo llorar ¿no te das cuenta?--le repetíamos una y otra vez—a continuación cuando parecía que estaba algo más calmado, hablando con él, de lo único que estaba pendiente era de limpiarse el uniforme y las botas de pintura, la historia del primer niño Joseph es la siguiente, estaba pintando con motivo de la visita de la mujer del presidente de Nigeria y fue cuando le dijo algo el militar y Joseph le contestó con una respuesta que no le gustó a la bestia, el chico cansado ya de que como les hablaba y les trataban , que es uno de los motivos por el que arrancó su violencia, y entonces aquello se convirtió en una batalla campal, piedras volaban por encima de nuestras cabezas, los niños del orfanato cansado de esa doctrina militar se revelaron en ese momento, acumulaban todo ese rencor contra él, ese día reventaron los límites de la paciencia.
Bueno el caso es que no quiero llamar a esto batalla, porque no, pero si decir que hemos conseguido que expulsaran a ese militar que podría estar algo desequilibrado, por llamarlo de alguna manera sutil.

La presencia militar en un principio se impuso, porque los niños acogidos, pues bueno se enfrentaban al personal, venían de la calle, necesitaban cariño y diálogo, pero la cosa está más que superada ya que los niños y niñas del orfanato lo que reparten en estos momentos son abrazos llenos de cariño, así que los militares ya sobran".




Esta semana no es buena que digamos en cuanto ánimos, muchas cosas han pasado, también tengo que decir que estos días Moisés y Noelia, dos compañeros abandonaron el proyecto, decir que ellos tendrán sus motivos y desde aquí no os olvidamos; cada uno nos marcó con algo especial.
Moi que puedo decir él aquí era como un hermano, aunque discrepábamos un montón, pero es que tenía que ser así, porque todo sobre ruedas era algo aburrido y siempre había alguno que picaba. Bueno aunque aquí sigo teniendo a mas hermanos, esto es una gran familia, pero tu estas en mi cabeza y apareces de un color muy especial el amarillo ¡eh!, sabes de lo que te digo; y de Noe, pues una niña encantadora, llena de sentimientos, que precisamente es uno de los motivos por el que se ha ido su novio y familia, su mente estaba en España, y eso pues le superaba;  pero seguro que tanto a Moi como a Noe, les irá genial por allí, les deseamos mucha suerte, y decir que le echamos de menos.

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